viernes, abril 06, 2007

de las tareas a los sueños...

A la primavera le dieron una tarea, palabras para armar un relato y la primavera escribió...
LA ROSA BAJO LA LLUVIA
Años atrás había una niña llamada Francisca, ella tenía 13 años y no podía tocar la lluvia dado a que le causaba daños en la piel. Ella era audaz y capaz de arriesgarse a tocar la lluvia pero sus padres no la dejaban. Ellos se llamaban Daniela y Simón. Como todos los padres trataban de hacerla feliz los días de lluvia, pero ella miraba tristemente por la ventana a las nubes y al bosque al frente de su casa pidiendo todo tipo de ayuda a los árboles para acabar con su maldición que a ella y a toda su familia les causaba un gran dolor. Después de cada lluvia salía, sentía el olor húmedo del aire, aunque se quedaba cerca de la puerta de su casa por si empezaba a llover de nuevo. Una noche soñó que veía una luz de donde cayó una nuez, la tomó y de ahí salió un duende que al parecer la nuez era su disfraz. El duende empezó a correr velozmente alrededor de ella hasta que se paró enfrente de ella y le dijo: “¿Eres tú la niña que la lluvia no puede tocar?, Esta maldición con mi baile se extinguirá, Si es que estás dispuesta te podré ayudar.” Francisca atónita dijo: “Yo daría todo por tocar la lluvia, ¿qué debo hacer?” El duende respondió: “No puedo hacerlo si tu humana estás, deberás cantar la canción que en hermosa rosa te convertirás, sin codicia esta noticia yo te la doy para tu beneficio ¿estás dispuesta? o ¿que inicie con toda justicia mi despedida? Francisca dijo: “Estoy dispuesta, ¿qué debo hacer? El duende dijo: “Sin arrogancia, sin distancia, con elegancia, frente a los árboles te pararás y cantarás constantemente la canción que ellos te dirán, tienes que convencerlos de que esto es lo que quieres, un gran cansancio te dará y rosa te despertarás, sin enloquecer no hay vuelta atrás y tendrás que aceptar que rosa por siempre serás.” Francisca despertó y se levantó despacio para no despertar a sus padres, atenta a lo que estaba pasando afuera y procedió con lo que el duende le dijo, tomo una cruz que le había dado el pastor del pueblo y se puso en marcha. Antes con mucha audacia les escribió una nota a sus padres. Llegó frente a los árboles y en un pequeño espacio se puso en posición. Tenía sus dudas sobre iba a funcionar o no pero se dijo a si misma: no pierdo nada si lo intento. Francisca se puso a pensar: “esto es lo que quiero esto es lo que…"y empezó a oír una canción que luego empezó a cantar. Sintió que un gran sueño la invadía y de repente cerró los ojos. Cuando los abrió ya era una rosa blanca, muy hermosa, al lado de una hierba. Francisca se sintió triste y a la vez feliz, cuando de repente se puso a llover y no le pasó nada. Fin